¿Cuándo ponemos “de” delante de “que”?
hoy iniciamos una nueva línea de artículos basados en: Gramática práctica para escribir correctamente. Queremos agradecer a Araceli Losada Pichardo (Filóloga) su aportación a nuestro blog con esta serie de entradas que nos harán la vida más fácil a todos los que escribimos.
Cuándo ponemos “de” delante de “que”
Hace unos años, se puso de moda el “dequeísmo”, que consiste en usar la preposición de delante de que en oraciones subordinadas sustantivas con función de sujeto (S), complemento directo (CD) o atributo (Atr): los famosos *me gusta de que, *opino de que, *pienso de que, etc.
*Me gusta de que estéis aquí (S)
*Opino de que ya está bien de tantas tonterías (CD)
*Nuestra intención es de que todo salga bien (Atr)
También es “dequeísmo” insertar la preposición en locuciones que no la llevan, como a no ser que, a medida que, etc.
*Se fueron sentando a medida de que fueron llegando.
Los amantes del buen hablar criticaron tanto este uso que consiguieron que la mayor parte de la sociedad lo reconociera como un gravísimo error que había que desterrar; pero, sin quererlo, dejaron la impresión de que ambas palabras jamás deberían ir juntas, lo cual no es cierto. De aquí viene el hecho de que encontremos expresiones del tipo: *no hay posibilidad que, *estoy seguro que, *me alegro que, etc.
*No hay posibilidad que llueva hoy (CN)
*No estoy seguro que vaya a poder ir (CAdj)
*Me alegro que estéis contentos (CRég)
En los casos anteriores, la preposición de es requerida por la función que desempeñan estas oraciones subordinadas sustantivas (complemento del nombre—CN—, complemento del adjetivo—CAdj— y complemento de régimen—CRég—). También es obligatoria en locuciones como darse cuenta de, no cabe duda de, a fin de, en caso de, a condición de, etc.
Me he dado cuenta de que no traigo dinero/ *Me he dado cuenta que no traigo dinero
No cabe duda de que es una excelente profesora/ *No cabe duda que es una excelente profesora.
El truco: sustituimos la oración subordinada por un nombre o pronombre y vemos si necesita la preposición.
*Se dio cuenta que estaba roncando. Sustituimos “que estaba roncando” por “eso” (*Se dio cuenta eso) y vemos que necesita de: Se dio cuenta de eso; por tanto, lo correcto es: Se dio cuenta de que estaba roncando.
Otro ejemplo: decimos Tengo ganas de tarta y no *Tengo ganas tarta; por lo tanto, diremos Tengo ganas de que traigan la tarta y no *Tengo ganas que traigan la tarta.
Los verbos advertir, avisar, cuidar, dudar e informar pueden construirse con o sin preposición.
Esperamos que esta nueva serie de artículos con recursos ortográficos resulten útiles a todos los escritores del grupo. Tenemos que confesar que hemos ido observando en los manuscritos que recibimos una serie de errores ortográficos que se suelen repetir. Este hecho nos ha llevado a comenzar la iniciativa en un intento de ofrecer recursos prácticos.
Ten siempre presente que en la editorial la primera impresión cuenta y la primera impresión que hablará de ti será tu manuscrito, por eso es tan importante presentarlo de forma adecuada. Las faltas de ortografía en un manuscrito restan valor a la historia contada y al autor.
Una vez más te recomendamos que antes de publicar revises Apublicar. Tenemos todo lo que un escritor o lector puede necesitar.
Araceli Losada Pichardo.
Correctora de la editorial Apublicar.
Muchas gracias por este artículo. Me ha ayudado mucho.