Creatividad para todos con Apublicar
Creatividad en 10 pasos y… ¡Apublicar!
Después de escuchar a algunos autores he decidido escribir un artículo sobre la creatividad y los recursos necesarios que se pueden usar como herramienta para estimular la creatividad. A fin de cuentas, escribir, dibujar, o realizar cualquier trabajo creativo tiene sus momentos; o como suele decirse” las musas vienen y van“.
Hay una serie de recursos que te pueden servir para conectar con tu creatividad en momentos de bloqueo:
1. Lo primero que tienes que hacer es dejar de pensar que estás bloqueado y no puedes escribir. Siempre has podido: cualquier persona puede ser creativa y tú no eres una excepción, puedes creerme, o mejor puedes creer en lo que conoces de ti mismo. Revisa algo que hayas escrito y que te guste especialmente y te darás cuenta de que lo que te digo no es ninguna tontería, ¡tú eres la persona que ha escrito lo que estás leyendo!
2. A mí me encanta anotar mis sueños, aunque tiene su “truquillo“. Es fundamental tener a mano papel y bolígrafo o algún instrumento con en el que te guste escribir. No esperes a levantarte, sentado en la cama escribe todo lo que recuerdes, el mundo de los sueños es muy efímero y en cuanto conectas con este otro ¿real? comienza a desaparecer junto con los recuerdos. En los sueños tendrás recursos más que suficientes para escribir historias, desde las más disparatadas hasta las más originales. Cuando necesites una idea para escribir, revisa tus sueños y verás como tu creatividad se dispara.
3. Otro recurso que suele funcionar muy bien es recurrir a nuestros propios recuerdos o vivencia. Si los aderezas un poco, cambiando escenarios o añadiendo algún personaje secundario bien trabajado, verás como tu historia se desarrolla con total coherencia y no dejarás ningún cabo suelto. He podido comprobar que cuando uso recuerdos o vivencias propias el relato queda más real, respira credibilidad y los hechos encajan, no queda suelto ningún personaje con algún asunto pendiente y la historia es rica en matices y detalles.
4. Como olvidar tus fantasías, si tienes alguna recurrente tienes un diamante y si tienes varias dispones de un tesoro. Esas historias con las que soñamos despiertos son un filón del que poder tirar en momentos de necesidad, no creas que han sido una pérdida de tiempo, eran un regalo de nuestro subconsciente para conocerte mejor a ti mismo y para que te salven de algún apuro en tu libro o artículo.
5. Los hechos históricos son muy ricos en anécdotas y se prestan fácilmente a que nuestra imaginación vuele poniendo imágenes y diálogos cuando algo nos entusiasma. Se trata de que elijas tu época histórica preferida y… ¡A investigar anécdotas! Es importante que uses fuentes fiables, ya tenemos suficientes novelas mal documentadas. Un recurso que me encanta: mitos y leyendas. Me resulta fascinante leer mitos y leyendas, me imagino rápidamente a nuevos personajes interviniendo para llevar el mito a mi nueva historia. Prueba tú, elige un mito o leyenda que te apasione y una vez encontrado atrévete a inventar un personaje, defínelo hasta el más mínimo detalle y a continuación elige el momento en el que quieres que entre a formar parte de la leyenda, a ver dónde termina tu nueva leyenda.
6. Las Imágenes evocadoras son una fuente inagotable de inspiración. Lo primero que debes hacer es intentar hacer una relajación sencilla, basta con cinco minutos y un mantra que te guste o música relajante; en youtube encontrarás todo lo que se te ocurra. Yo he descubierto hace poco unos mantras de Tina Turner que me encantan. Los descubrí en una sesión con una coach de Dos Hermanas (Sevilla) su nombre es Esther Mesa de Coaching en Movimiento. Cuando hayas conseguido relajarte y pensar solo en la respiración, deja que tu mente te lleve al lugar que ella desee, dale total libertad, pero no pierdas detalle del lugar ni de lo que allí oigas o veas, incluso puede que aparezcan personajes.
7. No te olvides de tus miedos, en ellos también puedes encontrar recursos, a fin de cuentas, al describir a tus personajes tendrás que tener en cuenta sus miedos, frustraciones, deseos… y en base a un miedo real puedes crear un relato coherente y bien trazado. Conoces los efectos que ese miedo provoca, sabes cuándo aparece, como te hace sentir, lo que a veces te ves obligado a hacer cuándo caes prisionero de tu miedo… Si estructuras y estudias bien un miedo te puede dar no solo para un capítulo o personaje, te puede dar para una novela o una saga.
8. Frustraciones, este recurso es similar al anterior, pero tiene un toque más perverso, los personajes y relatos basados en frustraciones cuentan con un toque oculto de misterio que enriquece la historia, las frustraciones están aún más arraigadas y ocultas que el propio miedo, que ya se nos presenta en la infancia. Las frustraciones están sumando al miedo nuestras vivencias, los recuerdos, nuestras capacidades y supuestas limitaciones. Piensa en una frustración que padezcas o hayas padecido y desgrana, disecciona, estudia, clasifica, analiza, estructura todo lo que recuerdes que tiene relación con ella. Investiga otras fuentes y tendrás un tema sobre el que desarrollar una historia.
9. Ahora te voy a explicar una técnica que me resulta especialmente agradable. Yo la llamo la técnica del observador pasivo, sirve para cuándo estás saturado con los personajes, para dar un giro inesperado a un tema, o iniciar una historia sobre algo que nunca has usado. Se trata de buscar un lugar cómodo, dónde te sientas relajado, evidentemente debe estar en el exterior o permitir el acceso visual al exterior, decide qué te apetece tomar y delante de tu bebida preferida (no te recomiendo comer porque te distraerá más y la digestión te restará agudeza) disponte a observar todo lo que pase por delante de ti hasta que algo llame poderosamente tu atención, entonces síguelo con la mirada hasta que desaparezca y anota todo lo que te sirva para recordar lo que has visto, lo que has pensado y sentido mientras observabas.
10. A veces también funciona pensar simplemente en un color, imaginar sólo el color como un enorme manto que te envuelve y lo envuelve todo, solo puedes ver ese color en el que piensas, mantén tu mente concentrada en el color tanto como puedas, y cuando ya sientas que vas a perder el control toma el papel y bolígrafo que has dejado preparado previamente y empieza escribiendo el color para continuar con lo primero que se te ocurra, no pienses, ni intentes poner coherencia al escrito, solo anota lo primero que se te pase por la mente como un observador pasivo de tu propia mente. Te sorprenderá las cosas que surgirán, a mí me resulta muy divertido e incluso me anima pensar en determinados colores, es como cambiar el chip emocional a voluntad. De repente te levantas y piensas, hoy estoy “plofy”, me vendría bien mirar el mundo de amarillo, como un enorme sol que me da energía y color… A ver que sale de tu experimento.
Ahora te voy a revelar lo que más me gusta de este artículo, estas son los recursos que yo conozco y he comprobado que sirven para estimular la creatividad, pero seguro que tú conoces o tienes alguna técnica específica que no aparece en este listado y me encantaría conocerla. Este artículo está abierto a colaboraciones, todos aquellos nuevos recursos que uses y quieras compartir pueden formar parte del artículo, ahora son 10 recursos: ¿cuántos llegaremos a tener? Hazme llegar tu recurso por correo ( info@publicar.es ) e indica el nombre con el que quieres que te mencione.
Ahora antes de publicar si estás bloqueado o quieres ideas nuevas, frescas, originales, diferentes… revisa Apublicar.
Asunción Sánchez Monclova