Loly López Guerrero: escritora en estado puro
Escritora, escribir y Apublicar está completo con: Loly López Guerrero
Preguntas:
- Me gustaría conocer un poco acerca de tu historia personal. ¿Dónde naciste? Háblame de tu infancia. ¿A qué te has dedicado en tu carrera profesional? ¿Cuándo comenzaste a escribir y por qué? ¿Te defines en un género literario como escritora?
Nací en Dos Hermanas, un pueblo de Sevilla, y mi infancia casi pasó de largo, supongo que tendría mejores cosas que hacer o estaría ocupada. A los ocho años ya estaba trabajando con mi padre en el negocio familiar. Mi familia tenía un “economato“(tienda de ultramarinos que estaba situada en la fábrica de yute) y yo he pasado mi infancia entre el parque de la Alquería y el Palacio de Alpériz. El escenario de mi vida estaba repleto de historias reales, contadas a viva voz por los protagonistas o sus acompañantes. El Palacio de Alpériz no tiene secretos para mí, por lo que hoy puedo ser una de las personas vivas que más datos reales conoce sobre el Palacio, de hecho realizo muchas presentaciones a diferentes grupos para explicar su historia y disfruto enormemente dando a conocer datos y anécdotas del lugar.
Mi abuelo era jardinero del Parque de la Alquería y aprendí a nadar en el estanque de los patos. Empecé a estudiar con cuatro años en la Sagrada Familia, posteriormente pasé al colegio José Antonio Primo de Rivera (actual escuela oficial de idiomas) y, por último, estudié bachiller como una de las primeras niñas becadas en Dos Hermanas en Nuestra Sra de la Compasión. Después cursé administrativo P.P.O. (Curso del estado para profesiones, un curso de formación profesional). Este curso fue decisivo en mi vida porque en el viaje de fin de curso conocí a mi marido, fuimos a Ceuta sin conocernos y desde entonces estamos juntos. Gracias al espíritu viajero de mi marido hemos conocido varios países, tenemos una hija, dos hijos, dos nietas y dos nietos.
Siempre he sido una persona con carácter y una vez terminados mis estudios comencé a trabajar en la Autoescuela “Pilongo”, que era en ese momento el negocio familiar. Tras un desacuerdo con mi padre me fui a trabajar a los almacenes de aceitunas, y estuve trabajando rellenando aceitunas durante tres años. Trabajaba por la mañana en el Almacén de León y Cos (El más grande de Dos Hermanas) y, por la tarde, estudiaba mi curso de Auxiliar Administrativo por el PPO. El curso duró seis meses. Guardo muy buenos recuerdos de esa época: el compañerismo y el trabajo del almacén con otras mujeres del pueblo me hizo tomar el pulso a la realidad; aunque, por las tardes, una vez terminado mi curso, seguí acudiendo a la autoescuela de mi padre para trabajar ayudando a mantener el negocio. La familia llegó a tener hasta cinco autoescuelas abiertas.
Mi primer escarceo con la literatura fue en el colegio: allí descubrí mi amor por la poesía. Hacía poemas para mis amigas y sus novios, me encantaba escribir porque me ofrecía y me ofrece una vía para contar todo aquello que puedo comunicar: las historias vividas, mi fantasía, imaginación… y lo que más me gustaba y sigue gustándome, es cambiar los finales de los cuentos, novelas…
2. ¿Cuándo comenzaste a relacionarte con el sector literario? ¿Cómo te decidiste a recibir cursos de escritura? ¿Perteneces a alguna agrupación literaria, desde cuándo? ¿Qué le aporta a Loly ser escritora?
En 2009 recibí mi primer curso de creación literaria en la Universidad Popular. Yo ya estaba jubilada y podía dedicarme a hacer aquello que siempre me ha apasionado: escribir y aprender cosas nuevas. Me decidí a recibir el curso porque soy de las que piensa que siempre hay algo por aprender, y efectivamente, aprendí mucho.
Soy miembro de la Agrupación Literaria María Muñóz Crespillo desde que se fundó; y allí mi poesía crece y se desarrolla en un ambiente creativo y de compañerismo: es una experiencia de la que disfruto cada día. Incluso realizamos diferentes eventos en colaboración con el Ayuntamiento y la Delegación de Igualdad. Este año, por ejemplo, hemos ofrecido un homenaje a la mujer empresaria de Dos Hermanas.
Por último, tengo que reconocer que ser escritora me aporta todo: me permite ver la vida de otra forma, dejar de ser yo misma para investigar o sentir lo que uno de mis personajes podría experimentar, es toda una aventura. Cuando estaba escribiendo una novela histórica de la que luego os hablaré, me pasaba horas en el parque oyendo hablar a los niños para poder crear mis diálogos infantiles, esa experiencia no habría existido de no ser por mi novela.
3. ¿Cómo decidiste comenzar a escribir, lo recuerdas? ¿Cómo es que cultivas géneros tan diferentes en tus obras? ¿Nos explicas tu proceso creativo?
Comencé escribiendo para plasmar en algo tangible mi experiencia y las vivencias que otras personas me habían confiado. Es verdad que entre la novela, la novela histórica y la poesía hay bastantes diferencias, pero me encuentro cómoda; tal vez porque comencé expresándome como poeta y el resto vino con naturalidad. Cada etapa de la vida necesita un estilo, al menos en mi particular forma de enfrentarme a la escritura, aunque esto es algo muy personal. Por ejemplo, a mi me funciona como recurso creativo la historia. Para escribir María Cerezo me sirvió como motivación un regalo: el testamento de Américo Vespucio. A partir de ese momento se mezcló en mi mente la investigación histórica, mi fantasía y mis propias vivencias para crear una obra completa.
4. ¿Qué obras has escrito? ¿Cuántas has publicado? ¿Qué recursos utilizas para darte a conocer como autora? ¿En qué países tienes lectores?
He escrito “María Cerezo La esposa sevillana de Américo Vespucio” (novela histórica), “Entre el corazón y el alma” (poesía), “La huella carmesí” (novela basada en las historias de diferentes personas, que me iban entregando fascículos de su experiencia entre clase y clase en la Autoescuela) y “Entre Escocia y Canadá” (una historia sobre fantasmas). Sólo las dos primeras obras están publicadas pero este año espero publicar “La huella carmesí”.
Tengo lectores en Canadá, Argentina, Méjico, Francia, Perú, Italia y EEUU. Supongo que como me doy a conocer a través de las redes sociales esto hace posible que me lean en cualquier país. Aunque no puedo negar que me funciona muy bien el “boca a boca”, muchos lectores vienen recomendados por otros y también he hecho una presentación en el Centro Cultural “La Almona”. En todos los actos he tenido la gran suerte de contar con el apoyo de la prensa local, y eso es de agradecer.
5. ¿Dónde reside tu inspiración para escribir? ¿Utilizas alguna técnica recurrente?
Mi inspiración más contundente se basa en lo cotidiano. Y no utilizo técnicas recurrentes, me limito a vivir y experimentar con toda la intensidad posible.
6. ¿Por qué escribes? Y ,¿por qué en concreto sobre una mujer desconocida en una historia donde el protagonista histórico es su marido?
Escribo porque tengo muchas historias que contar, algunas propias y otras prestadas. Mi abuela me contaba muchas historias, mi “tata” que vivió en el Palacio de Alpériz me contó muchísimos datos históricos, que los historiadores desconocen pero que son reales: tan reales como la vida.
Me preguntas por qué elegí a María Cerezo como protagonista de mi historia: no sé hasta que punto la elegí yo a ella o si fue ella la que me eligió a mí. Al principio, yo pensaba que el protagonista sería Américo Vespucio, pero entonces descubrí la importancia que tiene la mujer y lo poco que la historia había guardado sobre ella. María se me sublevaba continuamente exigiendo algo del protagonismo que la historia le había negado. Se han registrado tan pocos datos sobre ella que casi tuve que inventar el personaje y, sin embargo, sobre Américo se había escrito hasta la saciedad. Sin ella, sin María Cerezo, ¿habría sido Américo Vespucio igual?
Por último, ahora que Loly López Guerrero ha finalizado su historia, quiero añadir un recurso que ella ha creado para promocionar su obra y que me resulta de lo más creativo: ha diseñado una ruta turística por Sevilla para explicar los lugares que aparecen en su obra y la historia de la ciudad. Yo he tenido la suerte de realizar el recorrido con ella y te recomiendo la experiencia. No volverás a ver Sevilla con los mismos ojos.
Con esta última pregunta de Loly cierro la entrevista: “Sin ella, sin María Cerezo ¿habría sido Américo Vespucio igual?”.En esta ocasión, una nueva ventana abierta como recurso creativo y para publicar. Una vez más antes de publicar, te conviene revisar…Apublicar
Asunción Sánchez Monclova