PNL: tus clientes en tus manos
PNL de nuevo a la carga.
¿Crees que conoces bien a tus clientes o lectores? Te invito a descubrir nuevas técnicas.
Te recuerdo que esta es la tercera parte de un artículo extenso. Te dejo las dos primeras partes para que puedas revisar cómodamente la información completa:
PNL para conocer a tu cliente o lector
PNL y sabrás como piensa tu cliente o lector
¿Cómo debes tratar a cada tipo de cliente o lector?
Gracias a la PNL dispones de una clasificación de individuos que resulta muy práctica para enfocar las ventas de tu producto, servicio o libro.
Lo primero cuándo estés con un cliente es tener claro que lo importante es él. Céntrate primero en que tipo de cliente tienes enfrente, según la PNL puede ser: visual, auditivo o kinestésico. Reconocer el tipo de cliente te va a resultar muy fácil con las siguientes pautas.
Te hago un breve resumen de lo que tienes que observar:
- ¿Cómo mueve los ojos?
- ¿Cómo viste?
- ¿Cómo respira?
- ¿Qué tipo de expresiones repite?
- ¿Qué postura tiene?
Solo con estos datos ya lo tienes clasificado. Ahora vamos al plato fuerte del tema: Como debo tratar al cliente.
Elimina el estrés de la ecuación de ventas
Primero, ten en mente que no todos los clientes compran, aunque tú hagas una gran labor y le trates de la forma adecuada. Para eliminar el estrés de la ecuación yo he desarrollado mi propia fórmula. Cuando hablo de mi propia fórmula te hablo de algo que yo he ideado, que no he aprendido de ningún manual y que es fruto de mi formación y experiencia, pero no tiene porque ser única.
¡Allá voy! que me enrollo: Cuando estés con un cliente, no pienses en vender tu producto o servicio, es más, olvídate de vender y concentra tu atención en como tu producto o servicio puede solucionar o mejorar algún problema de su vida. Y lo más importante: disfruta con lo que estás haciendo. Gracias a esta persona tienes la posibilidad de hablar, mirar o sentir tu producto o servicio. La persona que tienes enfrente puede ser toda una experiencia en tu vida, ahora está comenzando, pero no sabes a lo que te llevará, es una nueva aventura donde todo es posible. Mira a cada cliente con ojos nuevos, porque es único.
Como consecuencia de tu labor, a veces llegará la venta y a veces no, pero siempre quedará realizada una gran labor de branding (has dado a conocer tu producto o servicio a un futuro cliente que podrá a su vez compartir la información).
Antes de ofrecer un producto, pregunta al cliente por sus necesidades relacionadas con tu producto o servicio, y asegúrate de usar los dos hemisferios del cerebro en la venta. No solo sirve la comunicación verbal, apoya tus argumentos en imágenes y sensaciones.
“Ojo” con expresiones que te pueden complicar la venta.
Palabras que no debes usar para vender:
Hay una serie de palabras que provocan resistencia, te conviene no usarlas en la comunicación con tu cliente:
– Indiscutiblemente.
– Siempre.
– Nunca.
– Absurdo.
– Nada.
– Nadie…
Todas estas palabras tienen en común que no ofrecen alternativa, le quitas al cliente su capacidad para decidir, porque no le ofreces ninguna alternativa para que él decida en la compra. Y… Sinceramente, a mí me gusta decidir cuando pago ¿y a ti?
Ahora cuidado con el “pero…”
Después de mi anterior explicación, podrías pensar que usar “pero…” te puede ayudar en una venta. ¡Pues no! Y te pongo un ejemplo:
El cliente te da su opinión de un producto de la competencia que le parece adecuado. Y tú le das la razón del loco y añades: pero…
¡Lo has perdido! Porque le acabas de intentar engañar, dándole aparentemente la razón como si fuera un bebé, para acto seguido quitársela. Si lo que te ha dicho es verdad, no tienes porque quitarle la razón para vender tu producto; debes decirle aquello que tiene tu producto y que es un valor añadido, pero reconoces que lo que está diciendo es cierto.
Ahora una opción al “pero…”
En vez de usar el “pero…” puedes emplear expresiones como:
- “Lo cierto es que tiene razón y, además, también es importante…” (ahí es cuando comentas las características en las que destaca tu producto o servicio)
Ahora, a cada cliente lo suyo…
Clientes visuales:
- A estos clientes es imprescindible enseñarles el producto.
- Mantener en todo momento el contacto visual es fundamental, les reafirmas.
- Hacer un refuerzo en las cualidades visuales del producto o servicio, para que el cliente no pierda detalle.
- Hablarle rápido, no le hagas perder el tiempo explicándoles algo que les puedes mostrar.
- Tenerles en movimiento, ten en cuenta que son activos por naturaleza, y si les haces un recorrido visual en el que se tengan que mover, te lo agradecerán.
- Con estos clientes va muy bien para concretar las ventas expresiones como: ¿Qué tal ves el producto? ¿En qué color te lo llevarás?…
Clientes auditivos:
- Va muy bien explicar todo el funcionamiento del producto o servicio.
- Explica ventajas e inconvenientes de este producto con respecto a otros similares.
- Asegúrate de que el entorno auditivo es el adecuado para tus explicaciones, sin ruidos que os interrumpan y a ser posible cerca de sonidos agradables y relajantes.
- Cuando quiera hablar escúchale tranquilamente y con toda tu atención, tal y como él hace contigo.
- Intenta hablar de forma pausada y cuidando tus expresiones.
- Para terminar de animar la venta, con estos clientes van bien expresiones como: ¿Has oído bien las condiciones del contrato? ¿Qué tal te suenan las especificaciones técnicas?
Clientes Kinestésicos:
- Estos clientes son los más sensibles y no debes mantener el contacto visual más de cinco o seis segundos. Si les mantienes fija la mirada suelen sentirse incómodos, los intimidas.
- Intenta que se sientan cómodos para hablar de tu producto o servicio, si tienes opción de un sofá en vez de una silla este cliente te lo agradecerá.
- Ahora, hasta el olor del sitio en el que estás es importante y va a influir en sus decisiones, tendrás que cuidar al máximo los detalles porque, para este cliente todo será una experiencia sensorial.
- Muy importante que le des a probar, oler, oír, tocar… tu producto o servicio.
- Para finalizar el proceso de venta suelen ir bien las siguientes expresiones: ¿Cómo te sientes con el producto? ¿Te sientes cómodo con este servicio?…
Esta investigación y serie de artículos me ha llevado un tiempo considerable, pero lo más importante es que los pongas en práctica, y si descubres algo nuevo que funciona, ponte en contacto conmigo, ampliaré el artículo con tu experiencia mencionando tu nombre y aportación.
Una vez más te recuerdo que siempre viene bien revisar… Apublicar.
Asunción Sánchez Monclova